Yo no sé si os pasa lo mismo, pero a mí este continuo revival de nuestra infancia me pone muy triste, y me hace pensar en miedos a la muerte y en la muerte misma y en la memoria colectiva de una generación incapaz de volver a sentirse como se sentía a las seis y media de la tarde de cualquier miércoles de 1986.
Visto en Fauna Mongola de Madrid.
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