Pues por nada en especial. Bueno sí. Principalmente porque estoy escribiendo esto desde el curro, con el consiguiente menoscabo de mi productividad (le pueden ir dando, la verdad).
Antes (por antes hablo de unos 15 años atrás), algún que otro juego de PC traía una curiosa opción de configuración que se llamaba precisamente Panic Key (o Panic Button).
Ésta tecla del pánico por lo visto servía para que, si nos encontrábamos en el curro haciendo lo que no debíamos (léase: jugando), y el jefe o cualquier otro tocapelotas indiscreto y amigo de mirar las pantallas ajenas se acercaba demasiado, poder esconder o salir rápidamente del juego o programita en cuestión, y simular que estábamos llevando a cabo nuestro trabajo de forma normal. Un gran invento, para qué negarlo.
Qué mejor manera de llamar a éste blog que utilizando el nombre de tan útil y socorrido atajo de teclado (y más teniendo en cuenta que debería trabajar en vez de escribir tonterías), y de paso hacerle un pequeño homenaje a quienquiera que introdujese por primera vez la tecla del pánico en su programa.
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